La Jurisdicción Sanitaria número dos no tiene cifras de la incidencia de esta enfermedad, porque “nadie viene hasta aquí a decir que tiene piojos”; lo único que se tiene, son los registros de las escuelas, por reportes de padres de familia o directivos, apuntó el jefe de dicha jurisdicción, Omecíhuatl Estrada Pérez.
Dijo que el calor es uno de los factores que permite la proliferación de estos parásitos.
“Hay más sudoración, más secreciones sebosas en las glándulas pilosas de la piel cabelluda. Éstas tienen la función para dar lubricación al pelo, pero cuando sudamos, hace una condición idónea para el hábitat del piojo, además de que hay niños que son renuentes a bañarse diariamente, lo que favorece el establecimiento de estos insectos en sus cabezas”.
Apuntó que es en las escuelas donde se da un mayor contagio. “Los directivos o brigadas de padres de familia, en un momento dado, pueden percibir si es la mitad o toda la escuela, porque hay contacto directo con todos los niños, pero hemos enviado las brigadas epidemiológicas para hacer la revisión y no se ha encontrado en ningún caso, que sea la totalidad de una escuela. En un jardín de niños podemos encontrar hasta 8-10 casos, pero en un escuela más grande, como una primaria, podemos encontrar 20, 30 hasta 50 casos, de diferentes salones, y nosotros hemos apoyado con la parte de otorgar el champú, para que se lo puedan aplicar”.
Hacemos la recomendación, prosiguió, de que el niño tenga una higiene personal, que evite utilizar o compartir el peine con otros niños, para evitar el contagio, y que los padres puedan revisarle a diario la cabeza para evitar que se llenen de piojos.
Destacó la importancia de que los padres de familia se hagan el hábito de revisar diariamente a sus hijos, porque es la única forma de erradicar a estos parásitos. “Queremos que las personas se corresponsabilicen en cuestión de salud, para evitar, en la medida de lo posible, bastantes enfermedades.
En cuanto al uso de repelentes, mencionó que no se ha comparado su efectividad, pero se pueden utilizar, aunque lo primero es la revisión diaria, el baño diario y no compartir los peines.