Velarde Díaz, quien ganó las elecciones internas para un segundo periodo de tres años al frente de esta organización obrera, y tomó protesta apenas la semana pasada (el pasado 18 de abril) fue relevado en asamblea, convocada por el comité este 22 de abril.
“Hay unos compañeros que están inconformes por un apoyo que estamos pidiendo en la ciudad de México y porque no se ha dado, rodó mi cabecita”. Primero, prosiguió, “se citó a la gente a una asamblea de información de una comisión, que nos trasladamos el día lunes a México. Ellos iban a dar la información. Resulta que cambiaron la asamblea, y la hicieron asamblea ordinaria, y cinco-seis gentes ya traían su plan arreglado, de que yo los había engañado, de que no había 20 millones de pesos (de utilidades por los años 2013 y 2014), que nada más había millón y medio de pesos, y la verdad sí es cierto, pero las peticiones que nosotros estamos haciendo en FEESA (Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero) era de otras cosas que también estamos pidiendo. Digamos, se sacó el 10 por ciento para los compañeros de calderas; el 6.5 para los compañeros de la bodega de azúcar; en molinos no quisieron el 10 por cierto pero se acordó que les van a dar un incentivo el fin de zafra al departamento y estoy peleando por ahí una re-tabulación, para los compañeros nuevos jubilados, que también les reconozcan su antigüedad sindical. Íbamos por buen camino, pero el miércoles, esta gente, entre ellos Daniel Arteaga, Jorge López, Guillermo Pérez Valle, Arón Benítez, movieron a la gente y me quitaron del cargo”.
Comentó que actualmente no hay secretario general, son los demás integrantes del comité quienes resuelven los asuntos.
No obstante, aseguró que la asamblea no fue legal, pero él dejó de utilizar la oficina y se retiró para evitar mayores problemas.
“No es legal porque no había quórum. Para poder destituirme, tiene que haber el 50 por ciento, más uno. Vamos a convocar a otra asamblea, no sabemos para cuándo, estamos pidiendo unos delegados de la ciudad de México para que ellos presencien la asamblea. Me someteré a la voluntad de la asamblea y no sólo de cuatro-cinco personas. Aquí mandan las mayorías, si la mayoría decide que me vaya, me voy con todo gusto y sin ningún problema”.
Comentó que actualmente la empresa se entiende con el secretario de Trabajo, Gabriel Rodríguez Herrera, pero si la situación se alarga, corren el riesgo de que las minutas de incremento que se dieron a los departamentos, y que no se han firmado, se echen abajo.
“Se nos vienen tiempos difíciles con la venta del ingenio y hay que mantener la unidad, porque si nos agarran así divididos, nos van a hacer trizas los empresarios que lleguen”, concluyó.