La dirigente de los locatarios Rita Carillo González comentó que el centro comercial, es un inmueble protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que no es fácil invertir en su mantenimiento, ya que deben contar con autorización.
“No tan fácilmente se puede agarrar y tirar lo que ya está construido, además tenemos que ver si las bóvedas aguantan o no”.
Dijo que el mercado ya requiere cambio de techo, pisos, electrificación, drenaje y además, lamentablemente, en los últimos meses las ventas han caído por las obras de reconstrucción del Estadio Agustín “Coruco” Díaz.
“El mercado ha estado muy deteriorado desde hace muchos años; presidentes van, presidentes pasan, presidentes vienen y no dejan huella aquí en el mercado”.
Carrillo González, con 25 años de comerciante, señaló que el inmueble ha venido decayendo a lo largo de los años. “El comercio se ha venido abajo, no sé por qué, pero en realidad ya estamos en las últimas, ya estamos casi ahorcados, pero hemos tratado de salir adelante y de ofrecerle a la gente un mejor servicio”.
Reconoció que los locatarios tienen su responsabilidad en esta decadencia. “A veces, nosotros mismos hemos sido la parte que hemos dejado caer al mercado, porque se pueden ofertar las frutas y las verduras y no lo hacen. Yo veo que en la parte exterior pagan rentas de 8 mil o 12 mil pesos y pueden hacer ofertas y aquí no se puede. Yo no entiendo a los compañeros, que ellos mismos han matado al mercado, porque las frutas y legumbres son los ganchos para comprar en todos los demás comercios, pero los carniceros mantienen sus precios. Si afuera ofertan dos kilos de cebolla por 10 pesos, aquí está a 12 pesos el kilo, además de que afuera hay locatarios que tienen hasta cuatro chalanes y adentro sólo dos y ni así hacen promociones”.