Claudia Luna Abarca, cocinera de la citada posada, explicó que este es un lugar donde llegan mujeres embarazadas de diferentes poblaciones y rancherías de la región sur. Se les provee de alimentación, hospedaje, se les compra jabón personal para el aseo de su ropa y todo esto sale de la economía de la posada. “El Hospital Meana no nos da ni un quinto; nosotros vendemos la comida precisamente para subsidiar estos gastos”.
Añadió que lo que actualmente la venta de comida no es suficiente, para sufragar esos gastos que a las mujeres embarazadas no les cuesta en absoluto, pero la posada tiene cada vez más problemas para conseguir estos artículos porque la venta de alimentos es reducida.
La venta de comida de la cocina está limitada y una solución sería vender a personal del hospital, que incluso desean adquirirla por economía, higiene y rapidez, apuntó. Sin embargo, lo tienen prohibido por el director y el administrador del Hospital Meana San Román.
“Lo único que pedimos es el apoyo del hospital para que nos permita la venta de la comida. El argumento que me da el contador (el administrador), es que tiene que hablar con el sindicato. Nosotros tenemos ya más de 15 días hablando del diario con el contador y nada más nos dice que va hablar con el sindicato, pero no nos da una solución, una respuesta”.
Dijo desconocer la razón por la que el sindicato deba aprobar que se vendan alimentos en el hospital (los cuales se consumirían en el comedor disponible), pero ese es el único argumento que les dan.
Mencionó que además, el propio personal les ha dicho que sí preferiría consumir la comida que preparan en la cocina de la posada, pues se preparan de manera adecuada en un lugar adecuando, mientras que los expendios de alimentos que hay, afuera del inmueble, están expuestos a la intemperie. “Incluso se han quejado de que se han enfermado por consumirlos en la calle”.
Precisó que la posada AME se mantiene del apoyo de los seis municipios de la región sur que conforman la Jurisdicción Sanitaria Número Dos. Los ayuntamientos no aportan dinero, sino personal. En el caso de la cocina, también está a cargo del personal que envían los municipios y tienen que encargarse de administrar los gastos.