El director de obras del ayuntamiento Benjamín Toledo reconoció que el Ayuntamiento contrató al constructor Alfredo Dircio, para remodelar la oficina del presidente municipal, que ahora estará en la planta baja, y para algunas otras reparaciones del edificio que alberga al Ayuntamiento.
“Se contrató a una empresa para terminar los trabajos con mayor rapidez, de hecho están trabajando hasta horas de la noche. Quiero dejar claro que el Ayuntamiento en verdad se está cayendo. No sé qué años tenga que no se le ha dado mantenimiento, este es preventivo, ni siquiera es correctivo. No se están poniendo ni azulejos costosos, ni pinturas especiales, ni pastas, es lo tradicional lo que estamos elaborando”.
Estimó que se gastarán entre 200 mil y 300 mil pesos, pero podría ser más, dado que apenas se están generando los volúmenes de obra, porque “son todos detalles”. “Es quitar pintura, quitar aplanados en donde ya están en mal estado y volver a resanar, como unas cúpulas que están en el área de los regidores”.
Añadió que no sólo se remodelará la oficina del presidente, que será nuevamente la que ocupó el alcalde Enrique Retiguín hace dos trienios, sino que también se harán otros trabajos. “Al techo de la presidencia le urge una buena impermeabilización y un resane a las cúpulas porque algunas están ya fracturadas”.
Dijo que será con recursos del Ayuntamiento que se pagarán los trabajos y aunque reconoció que la comuna carece de dinero, e incluso ni los directores ni el cabildo cobrarán todo este primer mes del nuevo gobierno, pudieron hacer “algunos ahorros” para sufragar estos gastos. “Se está haciendo un ahorro en el área de finanzas y va a ser de recursos propios”.
Apuntó que la oficina del alcalde estará en la planta baja, para atender mejor a las personas, en particular a las de la tercera edad, además de que “la ciudadanía merece lo mejor”. “Una oficina con plafones caídos, con salitre en las paredes, creo que no dignifica ni a un presidente ni mucho menos a la ciudadanía que se va a atender”.
Finalmente, aseguró que no requirieron del permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que la presidencia está catalogada como monumento histórico, para hacer la remodelación.
Ante la ausencia del alcalde, al solicitar autorización para ingresar a la nueva oficina, las encargadas dijeron que sólo el edil podía dar permiso, por lo que no se pudo entrar, aunque posteriormente él lo concedió.