El sábado pasado un grupo de vecinos impidió que se trabajara de manera normal en la introducción de tubería que deberá desalojar las aguas negras a la planta de tratamiento –actualmente también en construcción-, debido a que la empresa encargada de la obra estaba dejando el escombro en el lugar, lo que ocasionó molestias y riesgos.
“El problema es la poca limpieza que se ha tenido de la obra y el peligro existente por tanta tierra, piedras y todo lo que estaba sobre la capeta asfáltica, así como la mala compactación de las partes que abrieron, los golpes que llevaban los coches y la arena que a la hora de frenar se patinaban los mismos coches y podía causar un accidente”, puntualizó Gabriela Luna, integrante del grupo inconforme.
Añadió que ayer martes se entrevistaron con Dante Alberto Pizarro Franco, quien es director del área de Construcción de la Comisión Estatal del Agua, y Diego Salgado Sotelo, supervisor de la obra, y quedaron de acuerdo en que se va a trabajar en dos frentes para ir terminando uno al tiempo que se continúa en el otro. “A pesar de que la carretera estaba llena de arena y tierra, ellos seguían abriendo con toda la gente sin poner atención a la limpieza. Entonces, en este momento quedamos de acuerdo en que se van a generar dos frentes, uno para que siga la obra y otro para que se le de limpieza y continuidad a lo que ya se había abierto, es decir, se van a hacer los parches de carpeta asfáltica, se van a hacer las banquetas, se hará la limpieza para evitar algún accidente”.