Jojutla.- Se quejan habitantes por los operativos que instala la Policía de Tránsito del municipio los fines de semana, en los tramos donde se ubican bares para aplicar el alcoholímetro y así detener e infraccionar a los conductores.
Abril Fernández Quiroz, síndica municipal, reconoció que existen quejas por los operativos del alcoholímetro en puntos cercanos a bares del municipio, ya que la multa rebasa los siete mil pesos, además del arrastre del vehículo y el corralón que no están regulados. Sin embargo aseguró hay gente que ha tenido pérdidas humanas por conductores que manejan en estado de ebriedad, “y ellos nos piden que no tengamos tolerancia con ellos de ninguna manera”.
Mencionó que estos operativos se mantendrán, pese a la molestia de algunos ciudadanos, y como alternativa para quienes acuden a dichos centros de esparcimiento –dijo- es fijar a un conductor designado para evitar ser infraccionados por el alcoholímetro.
Fernández Quiroz reconoció que estos operativos se instalan justo en las áreas donde se ubican los bares y/o centros nocturnos, bajo el argumento de evitar accidentes automovilísticos. “Aquí es invitar a la ciudadanía a que prevengan, a que si ellos saben que van a ir a tomar, que se van a divertir, apliquen lo del conductor designado. Que inviten a alguien quien no va a beber y quien va a estar en atención a ellos, para que no se pongan en riesgo y a la ciudadanía”, apuntó.
Admitió que deberá de revisarse los costos por concepto del arrastre del vehículo y el corralón, ante quejas constantes de tarifas excesivas y la falta de comprobante por dichos conceptos.
Reconoció que por ley la multa por el alcoholímetro rebasa los siete mil pesos. “La multa así es. Yo creo que en el momento cuando se pensó en aplicar la multa, es donde más nos duele, que es en el bolsillo. Y es que al momento donde te aplican esta multa, para la otra la piensas más y tratas de ser más prudente y precavido”.
Dichos operativos se instalan durante los fines de semana y amerita la prisión de aquel conductor que supere el 0.4 grados de alcohol según el alcoholímetro, además de la detención del vehículo.
Según datos estimados de personal de Tránsito del municipio, durante los fines de semana llegan a ser infraccionados de entre 10 a 15 conductores que rebasan 0.4 grados de alcohol.