El funcionario dijo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aplicó estudios a las dos hipótesis que consideraron como posibles causas. En el primer análisis se descartó que el daño fuera provocado por un vuelco térmico, porque la temperatura y la profundidad del lugar no mostraron alteraciones, encontrando todo bajo su normalidad.
Asimismo, detalló que en la segunda investigación se midió la escala térmica en cinco puntos, los cuales fueron el canal “Perritos”, el cual abastece de agua a la laguna; la entrada del lugar, un punto al este, oeste y otro al centro. Agregó que también en esos sitios se analizaron los 24 parámetros de criterios ecológicos para la existencia de vida acuática.
Sólo dos se encontraron fuera de norma, sin embargo, declaró que aun así no se explica la mortandad súbita de los peces; asimismo, se descartó la presencia de toxicidad.
Por otro lado, informó que la necropsia la realizó personal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que descartó que la contaminación fuera por la presencia de pesticidas.
Carlos Valencia refirió una tercera hipótesis derivada de esta situación, la cual consiste en que el estiércol proveniente de la intensa actividad del pastoreo sea una contaminación excesiva, lo que provoca la disminución del oxigeno. También señaló que la comprobación de esta suposición, se podrá efectuar hasta el siguiente año.
Para finalizar, el director general del Organismo de Cuenca de Balsas rectificó la cantidad de peces muertos, señalando que sólo fueron tres toneladas; asimismo, dio a conocer que al no diagnosticar positivo ninguna de las acciones realizadas, se permite la pesca y el libre consumo de los peces tilapia para los pobladores, sin que presenten riesgos sanitarios.