Tlaltizapán.- Trabajadores sindicalizados al servicio del ayuntamiento de este lugar se manifestaron la mañana de ayer en la oficina del presidente David Salazar Guerrero, en demanda de ser reinstalados, porque aseguran que fueron despedidos al no aceptar la reincorporación de un grupo de trabajadores en su gremio.
Alrededor de las diez horas, los trabajadores llegaron al lugar portando pancartas y por momentos gritaban consignas.
Guillermina Ramírez Labra, quien ocupaba el cargo de secretaria general del sindicato, pero fue despedida la semana pasada, explicó que el pasado 30 de junio, convocaron a reunión a los integrantes del comité sindical, excepto a ella, y les dijeron que tenían que aceptar el ingreso de un grupo de once trabajadores en ese gremio y negociar con ellos para elegir la nueva directiva, con lo cual no estuvieron de acuerdo y por ello fueron cesados.
Todos, fueron dados de baja de manera verbal e incluso, afirmó que les solicitaron la oficina que ocupan en la planta baja de la presidencia.
“Si no aceptaban formar ese comité, mis compañeros iban a ser despedidos inmediatamente, y eso pasó el día viernes. Nosotros pedimos la nómina el día 15 de junio, no quisieron proporcionarla debido a que ya habían incluido a esas personas dentro de nuestra nómina”, señaló.
Los propios trabajadores dijeron que desde el viernes ya no los dejaron checar asistencia y otros confirmaron que les dijeron que estaban despedidos.
La dirigente sostuvo que son 50 los trabajadores activos que pertenecen al sindicato, mientras que el ayuntamiento sólo reconoce a 30.
Acusó a su compañera del sindicato, Julia Bahena Chagala, secretaria de trabajo y conflictos de “traición” (cuyas razones no precisó) y al contralor, Vicente Rentería, de estar detrás de toda esta situación.
Confirmó que recibieron una notificación para que hicieran entrega de la oficina que ocupan en la planta baja, la cual, dijo, con recursos del sindicato la remodelaron e instalaron equipo.
“Tenemos un documento que respalda que la tenemos en calidad de comodato”.
ALCALDE CULPA AL SINDICATO DE DEMANDAS PERDIDAS Y DE DEFICIENTE DESEMPEÑO
Ante el plantón de los trabajadores, el edil David Salazar Guerrero salió para encararlos en el auditorio de la planta baja de la presidencia. A la reunión se sumaron los trabajadores de confianza y las labores se interrumpieron.
El edil dijo a la audiencia que iba a explicar en “detalle” la situación y para ello llevaba un informe preparado. Esto provocó las protestas de la gente y por ello, con dificultad comenzó a dar su explicación.
La plática, que se tornó discusión, se centró en los trabajadores sindicalizados.
El alcalde culpó a la actual dirigente, Guillermina Ramírez Labra y a su comité –entre ellos a Marisol Lara-, de “abuso de poder” y de causar daños y perjuicios al patrimonio municipal.
Afirmó que Ramírez Labra se reeligió en el cargo de manera ilegal en 2013 y al ocupar el puesto, expulsó a 13 trabajadores que no votaron por ella, los cuales demandaron y ganaron la reinstalación.
Asimismo, dijo que recientemente se reeligió para un tercer periodo y fue parte de la negociación con la anterior alcaldesa, Mari Cruz Bastida Muñoz, quien se prestó de manera “irresponsable” (pues además, el cabildo votó en contra), para dar de alta a 19 nuevos trabajadores al organismo, sin cumplir con los requisitos.
Precisó que esos 19 trabajadores acudieron a la demanda, por lo que no los reconoce como sindicalizados ni como trabajadores.
Ratificó en la reunión el cese de la dirigente Guillermina Ramírez Labra, y estaba anunciando nuevas disposiciones para este gremio, cuando arrecieron las protestas.
Para que se enteren todos, dijo, les reconozco a los sindicalizados que tienen sus condiciones de trabajo, pero deben incorporar a los recién reinstalados.
Resaltó los privilegios de los sindicalizados contra los de confianza y anunció que todos trabajarían hasta las cuatro de la tarde y los días sábado.
Entonces crecieron las protestas, sobre todo por los 19 trabajadores cesados en su administración y reiteró que no los reconocería, porque fueron producto de una negociación, a menos que los avalara un tribunal.
Pidió a los 30 sindicalizados reconocidos que se reunieran con él pero recibió una negativa de los trabajadores, con lo que dio por concluida la reunión.
El edil dijo que mantendrá su postura, mientras que los sindicalizados apuntaron que recurrirán a la vía jurídica.
Ya en entrevista, expuso que no ha cesado más que a la dirigente, los demás, “ellos mismos se corrieron y despidieron”.
Dijo que al momento que tengan que aplicar la ley del trabajo, lo van a hacer.
Resaltó que el personal de confianza trabaja de lunes a viernes de nueve a cuatro de la tarde, y los sábados de ocho a una de la tarde, mientras que los sindicalizados tienen varios privilegios, además de que laboran de nueve a tres y los sábados no asisten. “Pero eso sí, permiso para esto, permiso para lo otro, vacaciones dos veces al año. Nada más que se pongan a trabajar, siquiera que desquiten las 30 horas que vienen, con eso nos conformamos”.