Señaló que acude al relleno tres veces por semana a comprar los desperdicios; posteriormente, él los traslada para revenderlos en la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac), para que sean procesados y convertirlos en materia prima.
Detalló que lleva trabajando 15 años en la compra de desperdicio y que el camión es propio; toda la ganancia es para él y las dos personas que lo acompañan. Asimismo, agregó que él y su personal sólo se encargan de subir la mercancía al camión porque todo los desechos ya están separados para la venta.
De igual forma, el comprador informó sobre los precios que trabaja: el cartón lo compra en 50 centavos; el vidrio, 25 centavos; botellas de plástico, dos pesos; fierro, un peso con 50 centavos; papel muerto o archivo, 60 centavos; bote de aluminio, 12 pesos; el cobre **** pesos, y el aluminio de trastos, 10 pesos; los precios de cada uno pertenecen a la compra por kilo.
Señaló que por el momento sólo trabaja con el relleno sanitario de este municipio; anteriormente compraba en el tiradero de Tetlama.
Para finalizar, el comprador dijo que éste es un buen trabajo porque no es pesado, es su propio jefe, los pagos en las industrias son puntuales y los gastos que le genera el trabajo son bajos; asimismo el único requisito es entregar el material de desperdicio según la clasificación.