Señaló que se han detectado tres casos en específico donde las personas han vendido el suelo de uso común, lo cual no es permitido porque esa tierra es propiedad del ejido, misma que por ningún motivo está a la venta.
Ortiz Flores dijo que son 280 ejidatarios y por asamblea se puede decidir que los terrenos vendidos se recuperen y, en consecuencia, que los compradores soliciten la devolución de su dinero a la persona con la que hizo el trato de compra-venta.
El comisario dijo que el ejidatario que cuente con un certificado de terreno es propietario, lo cual permite la venta de su predio; sin embargo, terrenos de uso común sólo son prestados; aun cuando una persona lleve más de 20 en posesión, el ejido continúa siendo el dueño y por asamblea se decide la situación de cada lote.
Informó sobre las condiciones de un ejidatario de nombre Leobardo García García, quien vendió seis hectáreas, de un total de ocho que poseía. En este caso, por decisión grupal, se le quitaron las dos restantes, las cuales fueron repartidas a 20 ejidatarios (a cada uno se le entregaron mil metros).
Para finalizar, Miguel Ortiz hizo un llamado para que los compradores revisen detalladamente la documentación que le van entregar, misma que acredite a una persona como propietario. De no hacerlo, su inversión económica está en peligro de perderla, porque la tierra de uso común no se vende.