Zona sur.- El número de personas que requieren bolsas de diálisis por insuficiencia renal se ha incrementado en los últimos años en la entidad, por lo que además de llamar a prevenir enfermedades como diabetes e hipertensión, que la generan, la secretaría de Salud recomendó considerar la donación de órganos.
“Cuando inició la administración, teníamos a 35 pacientes con el servicio de diálisis ambulatoria en sus domicilios, que se les daba estas bolsas. Esta cifra ha ido creciendo hasta que llegamos a una cifra de alrededor de 380 pacientes. Evidentemente, el presupuesto no ha crecido diez veces”, destacó la titular de la dependencia, Ángela Patricia Mora González.
Dijo que ante esta situación, la población en general debe cuidarse de la diabetes e hipertensión, que son de las primeras causas de la insuficiencia renal crónica.
“Estos dos padecimientos afectan directamente al riñón, las personas que no las controlan a la larga, sufren de insuficiencia renal”.
Por otra parte, resaltó, las personas que ya tengan insuficiencia renal pueden buscar la posibilidad de un trasplante de riñón. “Si lamentablemente alguno de nuestros familiares fallece por alguna causa inesperada, se pueden acercar al hospital y dar vida a otras personas. Necesitamos órganos, como son riñones, corazones, pulmones, hueso, piel y todo eso se puede obtener de una persona que decide donar sus órganos”.
Recomendó acudir a las unidades de salud para conocer la manera en que puede convertirse en donador voluntario.
Dijo que una persona que dona un riñón puede vivir con el que le queda, y quien lo recibe mejora sustancialmente su nivel de vida, al dejar de estar unida a una máquina o a una bolsa de diálisis.
Del costo, comentó que un trasplante de riñón puede costar hasta 140 mil pesos, pero existen mecanismos de financiamiento del propio gobierno del estado, según la condición socioeconómica del paciente.
“Hay que invitar a la población a ser donador voluntario y también a evitar la diabetes e hipertensión, para evitar que lleguemos a una condición en la que nuestros riñones paguen esta situación de descontrol, que representa estar anclados después a una enfermedad, que a la larga es mortal”.