En México el concurso mercantil es una figura jurídica a la que pueden acceder las empresas (Personas Morales) o comerciantes (Personas físicas) que tengan vencidas más del 35% de sus obligaciones, o que no tengan activos para cubrir el 80% de sus obligaciones vencidas, para que hagan frente a situaciones de crisis.
El concurso consta de dos etapas, la conciliación y la quiebra. En la etapa de conciliación se busca llegar a un convenio entre la empresa y sus acreedores, el cual puede contemplar una reestructura administrativa y/o financiera, o la inyección de recursos por parte de los accionistas. La duración de esta etapa es de 185 a 365 días, e inicia con la sentencia de declaración de concurso mercantil
De no conseguirse el convenio se declara la quiebra de la empresa. El objetivo de una quiebra debe ser la disolución y liquidación de la sociedad. Dicho proceso conlleva la distribución de los bienes de la sociedad entre sus acreedores, hasta donde alcance para pagar las deudas de la sociedad, y después su liquidación. La quiebra, en el caso de personas físicas, tiene otro tratamiento que merece abordarse por separado.
En la etapa de conciliación, para facilitar la consecución del convenio:
1.- Las deudas de la empresa se cierran, se convierten a UDIs y dejan de causar intereses (con algunas excepciones).
2.- La empresa suspende el pago de las deudas contraídas antes de la declaración de concurso (suspensión de pagos).
3.- Sólo paga las deudas que adquiere después de la declaración de concurso, con lo cual readquiere liquidez inmediata.
4.- Se suspende todo mandamiento de embargo y de ejecución contra los bienes de la empresa, con lo cual se libera a la empresa del desgaste que ocasionan estos asuntos, para que se concentre en la administración de la empresa y en el estudio y preparación del convenio y la reestructura administrativa y/o financiera.
La declaración de concurso la realiza un juez federal. El concurso mercantil no debe solicitarse sin antes hacer un cuidadoso análisis de la situación particular de la empresa, para establecer que el concurso le puede proporcionar beneficios, porque si se solicita sin antes medir una a una las consecuencias, es muy probable que la empresa no consiga convenio alguno y se le declare en quiebra, lo cual implica la inmediata pérdida de la empresa para sus dueños y la entrega de dicha empresa al síndico para que la venda y pague a los acreedores.
El estudio para establecer si el concurso es recomendable para determinada empresa, debe encomendarse fundamentalmente a abogados, contadores y administradores. Los expertos seguramente encontrarán la utilidad práctica del concurso para su empresa.