Saben que la innovación puede ser su única salvación y por ello no se conforma con haber llegado a cimbrar la industria hotelera, cambiando los hábitos de consumo de hospedaje de los viajeros en todo el mundo. Ahora tiene una nueva línea de negocio y sigue la misma línea del modelo Market Place. Ahora puedes ser parte de Airbnb aunque no tengas una casa, un departamento o una simple habitación para recibir huéspedes porque puedes ser anfitrión y embajador de las mejores experiencias que ofrece tu ciudad.
Sí, como lo lees. Parece algo similar a ser guía de turistas sin embargo, el tema es mucho más complejo y va más allá de llevar a pasear gente de fuera.
Se trata de que a la belleza y atractivos de tu ciudad le sumes un toque único: tú mismo. Por ejemplo, sabemos que la gastronomía mexicana es famosa en todo el mundo, sin embargo, la mayoría de los extranjeros tienen miedo de lo que pueden encontrar, de no saber elegir el mejor sitio para comer y sobre todo, de enfermarse. No es un miedo infundado, pues en efecto, sabemos que la llamada ‘venganza de Moctezuma’ suele aterrar a los frágiles estómagos de nuestros amigos extranjeros.
Entonces, imagina que tú eres chef, o sibarita, o crítico gastronómico, entonces puedes diseñar un paseo especial para recorrer los mejores restaurantes de la ciudad, pero también quizá, ponerte de acuerdo con el chef para que tus acompañantes echen un vistazo a la cocina y le vean trabajar.
O tal vez, a ti te gusta la horticultura y tienes un pequeño huerto en tu azotea. Pues bueno, una experiencia única podría ser un taller de agricultura urbana en el que compartas tu pasión y tus conocimientos con otras personas que, como tú, gusten de ese pasatiempo.
Actualmente, lo mismo puedes encontrar paseos literarios con escritores, o recorridos peatonales con arquitectos, que talleres de coaching de negocios, feminismo y ciencia.
Los anfitriones son chefs, senderistas o simplemente personas que conocen muy bien la zona. Pueden organizar una experiencia o varias a lo largo de uno o varios días, con las que mostrarán a los viajeros las joyas mejor guardadas de su ciudad.
Aunque esto no es nuevo, lo cierto es que Airbnb hoy por hoy cuenta con la mayor comunidad viajera en el mundo y ello la convierte en la plataforma digital más atractiva y segura para que tanto expertos como viajeros, diseñen experiencias únicas en todo el mundo.
Viajar con la guía de personas locales es una tendencia, al igual que lo es dejar de acumular objetos e invertir nuestro dinero en experiencias que enriquezcan nuestra vida. Otro gigante tecnológico que se ha querido subir a esta ola es ni más ni menos que Google que recientemente lanzó Local Guides.
Esta es una comunidad global de exploradores que comparten sus descubrimientos en Google Maps. Ayudan a otros a encontrar los mejores lugares de la ciudad, a hacer nuevos amigos y al participar a través de la app de Google Maps, desbloquean beneficios exclusivos a lo largo del camino.
Otra app que nació con la intención de generar grupos de encuentro entre personas afines en la ciudad es MeetUp, donde la gente también puede subir experiencias o encuentros, aunque en estas no está cerrado sólo a viajeros sino también a los habitantes cotidianos de la ciudad. Esta más bien sirve para encontrar personas afines para compartir una experiencia como puede ser un grupo de baile, de conversación en algún idioma, de lectura o de paseos especializados como rodadas en bicicleta, recorridos peatonales o en motocicleta.
Todas estas experiencias se basan en el mismo modelo de negocio que Uber. Una plataforma que sirve de intermediario y puente entre personas que buscan un servicio (en este caso, una experiencia de viaje diferente) y aquellas que cuentan con las herramientas o el conocimiento para ofrecerlo (que son los anfitriones).
Dejemos atrás los miedos y pongamos en nuestros propósitos de 2017 viajar diferente o, si la crisis viene muy dura, tal vez aventurarnos a reencontrarnos con nuestra ciudad compartiendo nuestros conocimientos y pasiones con aquellos que nos visiten y, por supuesto, ganar un poco de dinero extra que a nadie le sobra.