En pocas palabras, no me gusta que me digan a donde dirigir mis pasos.
Sin embargo, apenas en diciembre me encontré con la lista de los lugares más instagrameados del año y realmente lejos de inspirarme, sentí coraje. ¿Es que ahora también nos van a decir a donde dirigir nuestra mirada?
Por supuesto en esa lista, como en muchas otras, no había ninguna sorpresa. El primer lugar de los sitios más instagrameados se lo llevaron los parques temáticos de Disney y es que ¿hay algo más mainstream que eso?
Hace poco mi hijo demostró avances interesantes en su clase de francés, que toma con una amiga nuestra francesa, y le dije: sigue así de bien y te llevaré a Disneyland París como premio.
Mi amiga no tardó casi nada en replicar y decir: esa no es una experiencia realmente francesa, de hecho puede ser lo menos parisino que él podría ver. Mejor vayan al parque de Astérix.
¡Cierto! ¿Quién va a Disneyland París? Pues sólo los turistas pues el parque realmente jamás ha tenido arraigo entre los franceses.
El parque Astérix, por su parte, es una verdadera oda al espíritu galo. Los dibujos animados de Astérix han sido parte de la infancia de generaciones de franceses, así que si quieres que tus hijos tengan un acercamiento con la diversión infantil a la francesa, no los lleves a Disneyland París, sino al Parque Asterix.
Por otro lado, es triste ver que en la lista de lo más instagrameado sigan apareciendo la Torre Eiffel y la pirámide del Museo de Louvre. ¿Cuántas de las personas que pagaron uno de esos tour que te tienen corriendo de una ciudad a otra tuvieron oportunidad, por ejemplo, de subir a la terraza del Centro Georges Pompidou y admirar la inigualable vista de los techos parisinos?, ¿cuántos se dieron el tiempo de tirar piedras como hacía Amélie Poulin en el canal St. Martin?, ¿cuántos cambiaron un tour en barco por el río Sena para dar una caminata al atardecer a la orilla del canal de L’Ourcq?
En Madrid quizá instagramear la Plaza Mayor o la Puerta del Sol sea lo típico, pero ¿cuántos dieron la vuelta para entrar a alguno de esos pequeños y sórdidos bares para degustar un bocadillo de calamar atascado de grasa con una buena caña en la barra?
Las listas siempre me han servido para decidir justo lo que no quiero visitar en un destino, sin embargo, la de los lugares más instagrameables, me sirve para decidir justo en qué sitios ni siquiera perder el tiempo para voltear a mirarlos.
Y es que eso podría alejarme de la experiencia real de cada ciudad, del encanto de lo local.
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