Para quienes han seguido este espacio hace años, tal vez se acuerden de mis relatos de viajes juveniles y osados, pero debo admitir una cruda realidad: Yo acabo de cumplir 48 años así que, ya no soy una ‘joven promesa’ exactamente.
Esta edad tiene un encanto único, sobre todo para las mujeres. La mayoría ya hemos alcanzaro la realización personal y profesional. Tal vez tenemos una relación de pareja estable o tal vez, vivimos en plenitud nuestra soltería.
Cuando estás en la puerta del quinto piso, si tuviste hijos o hijas, quizá están a punto de independizarse, o al menos entrando a la edad en la que ya no es una obligación que incluirles en todos tus planes. Te has graduado en muchos sentidos de la vida y estás llegando a la mejor etapa para un millón de cosas, entre ellas, viajar.
A esta edad, muchas ya hemos alcanzado una libertad financiera que nos permite planear aventuras que, tal vez en otro momento, no habríamos podido costear y, lo mejor es que no necesariamente somos las únicas que tenemos esa posibilidad. Nuestras amigas, sobre todo contemporáneas, están en circunstancias similares.
Es un momento ideal para hacer lo que te haga feliz y por ello cada vez es más frecuente ver a mujeres mayores de 45 años viajando por el mundo, solas o en grupo, pero ya no exclusivamente en familia o pareja.
Mi hermana, por ejemplo, está a punto de cumplir 57 años y hacer tiempo que es budista. Así que un viaje muy importante para ella es visitar India y Nepal. Esta semana me enteré de que en enero se irá casi dos meses a cumplir ese sueño y me alegró muchísimo. Tener la libertad de decidir regalarte esa experiencia, ese tiempo contigo y todo el aprendizaje que conllevará, es el resultado de años de mucho esfuerzo. En serio me sentí muy feliz por ella.
Eso me hizo recordar que yo cumpliré 50 años en dos años y quiero hacer un viaje espectacular. Me gustaría mucho hacerlo con mis amigas, sin embargo, si las agendas no coinciden, sin duda lo haré sola. El destino aún no lo defino, pero pisar África o Asia por vez primera podría ser una idea genial. Ya el tiempo dirá.
Por el momento, estoy planeando un viaje con mis dos mejores amigas ya que la mayor del grupo está por celebrar su cumpleaños número sesenta. Nuestras agendas no nos permitieron planear una salida muy larga a algún destino lejano, sin embargo, nos dedicaremos cuatro días a compartir en un lugar bonito donde podamos hacernos muchas fotos, comer delicioso, visitar lugares naturales espectaculares y también salir a bailar o tomar una copa relajadas.
Encontrar mujeres viajando en grupo o solas no debería extrañarnos. Después de todo, somos nosotras las que generalmente decidimos cómo, cuándo y dónde viajar con la familia. En la etapa de la madurez, además podemos hacerlo con más sabiduría, una energía mejor enfocada y sobre todo, ¡con más dinero!
Así que te invito que, al menos una vez en la vida, salgas de viaje con tus amigas de toda la vida. Con aquellas inseparables de la preparatoria o la secundaria, tus compañeras del equipo deportivo o bien tus amigas de la vida. Lo importante es que salir con ellas de viaje es la excusa ideal para reencontrarse, recordar, actualizarse y reconectar.
Si tienen un empleo muy estresante, tal vez la mejor idea sea ir a un complejo turístico que tenga un spa. Por otro lado, si les gusta la fiesta pensar tal vez en un destino como Las Vegas o Miami sería ideal. Si el turismo cultural es lo suyo, una escapada a las capitales europeas, o a sitios arqueológicos, como Egipto, Perú o incluso rutas como la maya en México, son excelentes opciones. Si las compras son lo máximo para ustedes, pensar en Nueva York, París, Milán, San Antonio o Los Ángeles es buena alternativa. También están los viajes de aventura y naturaleza, los cruceros por el mediterráneo, los destinos del caribe, el misticismo de Asia o el exotismo de África. El mundo es grande y tú tienes lo más importante: independencia y libertad. ¡Aprovéchala! Y disfruta el quinto piso, y su antesala.