Por aquellos años, cuando yo tenía escasos 20 años, nuestro maestro de periodismo y literatura, Fernando Benítez aún estaba vivo y su libro “Los Hongos Alucinantes” eran lectura obligada y disfrutada entre los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Así que yo no era la única que quería aventurarse a viajar a estas playas que aún eran casi vírgenes para probar las maravillas de los hongos alucinantes que el maestro Benítez describía en su famosa crónica.
Han pasado ya 22 años desde aquel sueño y no, jamás lo cumplí. Ese año me casé y aunque sí viajé a Oaxaca y luego teníamos planeado ir a la playa, no lo concretamos al final porque la carretera era muy insegura entonces. Por supuesto que además mi plan de alucinar con hongos no era compartido además por mi compañero de vida así que nos conformamos con embrutecernos de puro amor.
Pero los tiempos han cambiado en la costa oaxaqueña y ni las playas son tan vírgenes ni tan aisladas del mundo como lo eran hace dos décadas. En estas tierras el jazz ha encontrado el lugar perfecto para conjugarse con el mágico sonido del mar. Ahora los jóvenes ya no van sólo para buscar acceso a drogas recreativas y diversión en medio de la naturaleza, surcando o danzando hasta el amanecer. Hoy ellos van en busca de buena música y tortugas anidando.
Mazunte, debe su nombre a un cangrejo azul que antaño era muy numeroso en la zona. Esta playa perteneciente a la localidad del mismo nombre, posee una extensión de un kilómetro de arena dorada, bañada por aguas templadas y cristalinas, con esas tonalidades verdiazules que caracterizan el mar abierto y salvaje del Pacífico.
Siempre hay algo delicioso para comer alrededor, todo se puede hacer caminando y en este lugar, en general, parece detenerse el tiempo, en cualquier época del año.
Sin embargo, desde hace 11 años, cada mes de noviembre, este pueblo se vuelve aún más mágico gracias a la explosión de notas musicales que al mezclarse con el sonido natural de las olas del mar, toma una dimensión única para crear una experiencia sensorial sin comparación, que seguramente apreciarás si eres un viajero que busca espacios para relajarse. Y en este 2016, los visitantes podrán vivir la experiencia de la décimo primera edición del Festival de Jazz de Mazunte.
Además del paisaje marino, este pueblo mágico de Oaxaca ofrece a sus visitantes cada vez más y mejores ofertas culinarias internacionales pues ya existen pizzerías, y pequeños locales donde lo mismo se sirve comida tradicional oaxaqueña, que platillos japoneses, argentinos o italianos.
Aunque la programación del festival seguro te hará desear permanecer cerca del escenario de los conciertos, en la playa de Mazunte, también es una oportunidad para explorar los alrededores. En la parte occidental de la bahía hay una media luna denominada Punta Cometa o Cerro Sagrado. Se trata de la montaña más notable en la región del Pacífico Sur mexicano. La particular ubicación geográfica además contribuye para que vivas tanto espectaculares amaneceres al ritmo de la música, como impactantes ocasos.
Otro de los atractivos más representativos de Playa Mazunte es el Centro Mexicano de la Tortuga, el cual, incluye, dentro de sus instalaciones, el Museo Vivo de la Tortuga, así como también la Fábrica de Cosméticos Naturales de Mazunte, un ejemplo de exitoso desarrollo sustentable donde lo que se aprovecha de la naturaleza no altera el balance ecológico del entorno.
Imperdible también es la playa Agustinillo, localizada a solo 5 minutos de Maxunte. Es una zona costera especialmente recomendable para el disfrute familiar, por su variado oleaje: en algunas zonas el agua es excelente para el surfing; en otras es ideal para el buceo con snorquel y en otras más resulta perfecta para la natación. Incluso es una playa más segura que Zipolite, porque en Agustinillo no existen corrientes submarinas.
Playa Mermejita es otra zona costera que merece ser visitada como parte de un viaje a Mazunte. A este paradisiaco lugar se puede llegar por un sendero que se ubica al poniente del acceso al Rinconcito. Es una playa de intenso oleaje, por lo cual es aconsejable nadar allí con cuidado. Al oriente existe una caleta separada de la playa mayor por rocas, donde las olas se estrellan de manera espectacular.
La mejor forma de llegar a este lugar es volar a Puerto Escondido donde se puede alquilar un auto o bien tomar un taxi con dirección a Mazunte y llegarás en menos de 45 minutos. Ya en el pueblo, hay múltiples opciones de hostales, cabañas a la orilla de la playa o incluso zonas de camping por lo que es un destino para todos los gustos y todos los bolsillos.
Es importante señalar que todas las actividades del Festival de Jazz son gratuitas, tanto los conciertos como las actividades complementarias como clases de yoga, y el tradicional TequioJazz, una actividad tradicional organizada por la comunidad donde se ofertan productos locales a precios irresistibles.
El escenario lo mismo lo pisarán artistas consagrados de la escena jazzística internacional como artistas emergentes locales de Oaxaca y sus alrededores.
Los organizadores están convencidos de que continuar con este tipo de actividades culturales representa una oportunidad de desarrollo, educación y cultura para los jóvenes de la costa oaxaqueña y, por supuesto, una experiencia inolvidable para los visitantes.