“Es necesario crear una sociedad más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos”.
-José Luis Sampedro-
Economista y humanista español
En el blog del Instituto Nacional de Economía Social del gobierno de México se menciona que la economía social es toda actividad económica que llevan a cabo los organismos del sector social, basados en la democracia al momento de tomar decisiones, propiedad social de los recursos, distribución equitativa de beneficios entre sus integrantes y el compromiso social en favor de la comunidad.
Esto es, un conjunto de prácticas que generan un modo solidario y diferente de hacer economía, buscando una transformación social a través de la actividad económica. Siendo aplicada a cualquier tipo de empresa, cooperativa y caja de ahorro que siga una serie de características específicas en su función. Por tanto, podemos decir que se trata de una propiedad conjunta o en común en el que participan varias personas que realizan un trabajo colaborativo y buscan un equilibrio entre resultados económicos y objetivos sociales.
En sí, es una forma diferente de hacer negocios. Otra manera de ver la economía. Negocios en los que no necesariamente participa sólo el que tiene dinero. Porque algunos siguen creyendo que la economía sólo les pertenece a la iniciativa privada y a los que están en el poder. Ya hemos visto cómo los que tienen el control del poder han realizado negocios en los que sólo se benefician ellos, explotando y pagando salarios miserables a los que menos tienen. Sangrando a nuestra madre tierra sin importarles el futuro de nuestros hijos. Como si ellos no estuvieran en riesgo por el caos que han formado.
En Europa, el país que más se ha destacado en lo que respecta a la economía social y solidaria es Alemania. Actualmente, se encuentra entre los tres primeros exportadores del mundo, tiene el crecimiento per cápita más alto del mundo desarrollado y un desempleo del 6,9%, a una distancia muy lejana de la media de la eurozona (11,7%).
De acuerdo al profesor Reint Gropp, presidente del Instituto Hall para la Investigación Económica (IWH) de Alemania, “el modelo germano se diferencia claramente del anglosajón de Estados Unidos y Reino Unido. Es un sistema basado en la cooperación y el consenso más que en la competencia, y abarca al conjunto del entramado socio-económico, desde el sistema financiero al industrial o al estado".
En Europa queda claro que “la economía social constituye un sector que contribuye de manera significativa a la creación de empleo, al crecimiento sostenible y a una distribución de la renta y la riqueza más justa. Se trata de un sector capaz de combinar la rentabilidad con la inclusión social y los sistemas democráticos de gobernanza, que trabaja junto con los sectores público y privado para ajustar los servicios a las necesidades. Fundamentalmente, es un sector que ha capeado la crisis económica mucho mejor que otros y que gana un reconocimiento cada vez mayor a nivel europeo”, según lo menciona Luca Jahier, presidente del Grupo de Actividades Diversas del Comité Económico y Social Europeo (CESE).
En América Latina hace falta organización y más conocimiento sobre el tema. Para contrarrestar esto, y como mencioné en mi columna pasada, el padre Marcos Linares es el pionero de esta alternativa mejor organizada y bien planeada para proyectar y realizar proyectos productivos que beneficien a todas las comunidades. Es importante soñar. Imaginar que hay otras formas posibles de entender la economía, viendo por los más necesitados, con proyectos que beneficien a nuestras comunidades, teniendo en cuenta que la madre tierra no la debemos seguir explotando inmisericordemente. Todo se debe de hacer con equilibrio para beneficio de todos. Y, sobre todo, para hacer que regresen la concordia, la armonía, la paz y la justicia social a nuestras comunidades y lograr una verdadera cultura de la paz. Por esas razones, Pronaes (Promotora Nacional de Economía Solidaria) está organizándose en todo el país en una cruzada para apoyar la economía solidaria en todas las comunidades.