"Antes de trabajar en la inteligencia artificial,
¿por qué no hacemos algo con la estupidez natural?"
Steve Polyac
En el artículo anterior, decía que me pre-ocupa, no es igual que “preocupar”, mucho, que, en el sector educativo exista una brecha muy grande entre los educadores y las nuevas generaciones. Los estudiantes de estas nuevas generaciones están mucho más avanzados que sus maestros en todo lo concerniente a la cibernética, y, por tanto, es muy fácil engañar a la hora de realizar sus tareas y proyectos.
En un artículo recientemente publicado en https://blog.hubspot.es/service/chatbot-inteligencia-artificial te sugieren una lista de los 30 mejores chatbots de inteligencia artificial para 2024 y, si lo deseas, puedes descargar más de 190 prompts de IA para impulsar tu negocio. Esto sobrepasa a todos, alumnos y maestros, y, sin embargo, son los estudiantes quienes saben muchísimo más del tema, y, obvio, aprovechan todos estos conocimientos para ir un paso adelante de los maestros y el sistema educativo.
Si tú eres uno o una de mi generación, recordarás que para hacer un trabajo o proyecto de investigación teníamos que ir a un lugar llamado “biblioteca”. Era un espacio lleno de estantes o vitrinas en las que había una cantidad impresionante de libros, y allí había unas personas especializadas llamadas “bibliotecarias” a las que les tenías que entregar una ficha en la que escribías el tema a investigar. Esas personas hacían la búsqueda manual, recuerda que en nuestros tiempos no existían las computadoras, buscaban el o los libros en los que se encontraba el tema y te los prestaban. Claro, no sin antes haber dejado tu credencial de la biblioteca o de la institución educativa a la que pertenecías. Luego te dirigías a una de las mesas, había muchísimas, y te sentabas solo, o con tu equipo de trabajo, para realizar la investigación escolar correspondiente. Y, una vez recopilada la información y terminada la investigación, regresabas los libros, regresabas a casa, ordenabas la información y escribías el resultado de tu investigación en una cosa que se llamaba “máquina de escribir”. Tenías que tener precisión en lo que escribías, porque una vez impresa la hoja, si te equivocabas tenías que empezar todo otra vez. Años, más tarde, afortunadamente, inventaron una tinta blanca que aplicabas en la palabra mal escrita, esperabas a que se secara, sin sacar la hoja del rodillo para no descuadrar el trabajo y volvías a marcar la letra. Otros años más tarde, inventaron la cinta correctora.
Además, si tenías que hacer una exposición con ejemplos para toda la clase, hacías dibujos grandes pegados a una cartulina, la cual fijabas al pizarrón. ¡Esos eran trabajos de investigación, señoras y señores!
Actualmente todo eso ha desaparecido, porque los estudiantes de estas generaciones preparan todo desde la comodidad de su hogar utilizando una computadora, máquina que, si cuenta con internet, puedes conectarte a la red cibernética mundial, buscas libros electrónicos o en pdf para hacer tu investigación, copias y pegas, y así vas creando tu trabajo. Si te equivocas puedes corregir, y una vez terminado tu trabajo, puedes imprimir. De igual manera, si tienes que presentar imágenes y gráficas con texto usas Power Point para proyectar en la pared o en una pantalla.
Todo lo hemos simplificado con las nuevas tecnologías. Todo se ha facilitado para las nuevas generaciones. Y eso no está mal. Al contrario. De esta manera podemos optimizar nuestro tiempo.
Pero, uno de los problemas que hay ahora es que los conocimientos adquiridos no permanecen en nuestro cerebro, porque al hacer una “investigación” de este tipo, hace que no reflexionemos sobre lo que copiamos y pegamos. No es una investigación rigurosa que permita la reflexión, la crítica y el análisis.
De hecho, actualmente, el problema en el desarrollo cognitivo que presentan muchos niños y jóvenes actualmente es debido al uso excesivo de dispositivos digitales. Estos pueden afectar negativamente la capacidad de los niños para concentrarse y prestar atención en otras actividades, como el aprendizaje en el entorno escolar.
Más sobre el tema en mi próximo artículo.