Tecnicismos jurídicos y posturas apasionadas amenazan con extender la huelga más allá de lo necesario.
El daño de estos días de suspensión no ha sido tan grave porque no hay clases, pero el calendario marca el lunes como día del retorno a las aulas, por lo que urge volver a la normalidad.
Mientras tanto, los concesionarios del transporte colectivo pueden vanagloriarse de que al final lograron salirse con la suya, en perjuicio de los usuarios, a los que no les dieron ni un día de tregua.