Esa situación no ha variado, según las estadísticas acerca de los reportes contra el incumplimiento en la aplicación de los descuentos.
Sin embargo, lo cierto es que el problema radica en los concesionarios, que obligan a sus choferes a que los descuentos salga n de sus ingresos para dejar intocable sus ganancias.
Algo debe cambiar en esa relación en la que ahora sólo pierden los usuarios y nunca los dueños de las concesiones.