Paralizar la institución para exigir lo inalcanzable suena a un acto irresponsable.
Quienes integran el sindicato de trabajadores académicos así lo entendieron y ayer aceptaron una oferta que incluye la conservación de una de sus prestaciones más valiosas, el aguinaldo de noventa días.
Habrá que esperar que el otro sindicato, el de los trabajadores administrativos, será igual de juicioso y de esa manera 40 mil estudiantes no serán perjudicados.