La organización gremial finalmente votó por desactivar el emplazamiento a huelga, que en un principio sólo se había pospuesto, y dejó atrás un episodio que pudo haber sido negro y que ahora puede ser el inicio de la recomposición de las relaciones institucionales entre sindicato y patrón.
Lo mismo puede decirse en otras instituciones como el Colegio de Bachilleres o el Hospital del Niño y el Adolescente, que extendieron sus márgenes de negociación para no afectar a la sociedad.
Esa actitud se agradece, porque los tiempos que se viven requieren de solidaridad y compromiso para salir adelante.