Sin embargo, la prioridad de la empresa encargada de esa obra es sólo ganar dinero, pues no ha intentado usar alguno de los métodos constructivos modernos que permiten disminuir el tiempo de edificación.
Así ha sido todo el proceso de ampliación del libramiento de la autopista, sin ningún intento de pensar en la población afectada, sino en buscar los métodos que generen más dinero. Y todo eso con la obvia complacencia de la autoridad que supervisa la obra.
Por lo pronto, no queda más que resignarse y sufrir el tiempo que la empresa constructora decida.