Los organismos operadores de ese recurso se enfrentan de manera estructural a sus propios problemas de corrupción y a la morosidad de los usuarios, que llega a niveles alarmantes en detrimento de quienes sí pagan por el servicio.
Ahora que se ha consolidado la propuesta de que a los morosos no se les corte el servicio, sino que simplemente se les limite, será más difícil lograr el cobro.
Ya hace decenios algún administrador del servicio en Cuernavaca ideó cortar totalmente el agua en los domicilios morosos y entregar al usuario vales para que le entregaran de manera gratuita determinada cantidad de agua.
A estas alturas suena una medida lógica y legal, congruente con la vieja propaganda de los organismos operadores que decía: "diós da el agua pero no la entuba".
Aplicar algo así evitaría complicar aún más la salud financiera de esos organismos.