No es la primera vez que un sismo afecta a algún manantial de Morelos. Algunas veces ha sido irreversible y en otras ocasiones sólo temporal, pero en el primer caso la perforación de un pozo en la zona donde brotaba el agua de manera natural ha remediado la situación.
Por lo tanto, los cuatro manantiales que hasta ahora parecen haber visto afectado su flujo deben atenderse, pero con la confianza de que existen recursos técnicos para mantener el abasto de agua.
El agua en todas las zonas de la entidad está ligada a la actividad económica, sobre todo de tipo recreativo.
Apenas hay tiempo para restituir el caudal antes de que llegue el próximo periodo de asueto y más adelante el calor.
Las autoridades del área tienen una enorme tarea, pero la tecnología actual puede dar con relativa facilidad nuevos caminos para que brote hacia la superficie ese recurso natural.