La Comisión Independiente de Derechos Humanos ha sacado a la escena un tema que muestra las contradicciones de la sociedad morelense: mientras una importante cantidad de personas se han quedado sin vivienda a causa del sismo, miles de casas de interés social permanecen vacías en algunas de las numerosas unidades habitacionales que se construyeron en los tiempos de los gobierno panistas.
Muchas de esas casas se edificaron en sitios carentes de servicios elementales, pero tienen las características necesarias para atender la emergencia que vivimos.
Sin embargo, los organismos financiadores de vivienda son los que tienen el control de esos sitios y sus reglas difícilmente serán cumplidas por quienes hoy piden un techo.
Habría que encontrar los mecanismos para atender la demanda que se acaba de crear, que por otro lado provocó la rápida ocupación de las opciones de renta y venta que se localizaban cerca de las zonas siniestradas, lo que dificulta aún más la reubicación de los damnificados