El panorama parece peor de lo imaginado, pues los recursos de los que dispone el nuevo gobierno no son los que el ex gobernador haya decidido dejar, sino el dinero que no tuvo en sus manos porque aún no lo entrega el dinero federal.
Y esa suma será insuficiente para cubrir los enormes faltantes que surgen por todos lados y que suman miles de millones de pesos.
Por supuesto, todos los habitantes de Morelos deberán contribuir al pago del dinero sustraído, ya sea a través de la aportación de nuevos impuestos o por la disminución de los servicios y las obras públicas.
El problema es paliar las carencias que quedaron e sectores vulnerables, como en salud y educación.
Por lo pronto, el gobernador Cuauhtémoc Blanco ha señalado que a pesar de todo evitará incrementar el endeudamiento oficial, lo que es un buen camino.