Las reformas aprobadas por la anterior legislatura para influir transexenalmente en prácticamente todos los aspectos de la vida pública de Morelos han provocado enormes daños sociales, aunque la justicia federal ha enmendado varios de esos abusos.
Tal es el caso de la elección local, cuyo forma de integración de regidores buscaba afectar a los partidos que resultaran ganadores, cuando ya el partido oficial tenía en mente la debacle que se les avecinaba.
La corrección llega a tiempo, pero hay varias más de la misma o mayor importancia, que hasta ahora han dado impunidad a quienes propiciaron el desastre que hoy viven las arcas morelenses.
Pero una vez corregido el exceso, faltará fincar responsabilidades.