El Paso Exprés se ha convertido en un quebradero de cabeza para quienes deben transitar por esa ruta, pero no sólo ese tramo, sino que varios kilómetros más de la autopista México Acapulco son un calvario y viajar a o desde Cuernavaca es una incomodidad, lo que seguramente ha restado mucha calidad de vida a quienes deben acudir de forma cotidiana a la capital morelense.
La competitividad de la ciudad más importante de nuestro estado se ha perdido por los embotellamientos y los accidentes.
Para descansar, los viajeros prefieren rutas menos conflictivas y en las que haya la seguridad de que podrán circular sin contratiempos.
Por lo tanto, el reto que la actual administración enfrenta para remediar ese paisaje es enorme, pero los beneficios de lograrlo serían del mismo tamaño.