El reparto del exiguo presupuesto del 2019 provocará enormes tensiones, ya que lo mismo deben atenderse carencias acumuladas que los latrocinios del gobierno anterior.
Los desvíos de recursos en que incurrió Graco Ramírez (muchos de ellos “legalizados” por los anteriores diputados) se reflejan desde este mes con brutalidad en los bolsillos de los ciudadanos, pero esa situación puede extenderse por varios meses más, pues no hay dinero que alcance para cubrir los faltantes.
Y ante todo eso, todos los organismos y dependencias oficiales buscarán un incremento cuando quizá merezcan su desaparición, dada la inutilidad que han demostrado.
Allí está el caso del IMIPE, que solo avaló la transparencia” del anterior gobierno pero poco hizo para garantizar el derecho ciudadano a acceder a la información pública.
Y ese no es el último ejemplo de rubros en los que se puede tener un buen ahorro.