El SAPAC ha hecho público que en el municipio de Cuernavaca se padece una ola de robo de medidores del servicio de agua potable, que originan un gasto extraordinario y las consabidas molestias para los usuarios afectados.
Sin embargo, llama la atención saber que quienes son víctimas de ese tipo de vandalismo no presentan una denuncia, por lo que los autores del robo no tienen que preocuparse de que los persigan.
La falta de denuncia obedece sobre todo a las conocidas deficiencias de la Fiscalía General del estado, que aparte de no brindar un trato adecuado a los ciudadanos (se requiere perder al menos tres horas en el trámite) no garantiza que el delito denunciado se investigue.
Eso termina por convertirse en un círculo vicioso que por algún lado debe romperse, a fin de que haya medidas disuasivas que beneficien a los ciudadanos.