Los trabajadores de la educación que forman parte del sindicato magisterial han optado por la protesta abierta y el castigo a los ciudadanos ajenos a su conflicto, a fin de lograr que sus demandas de dinero sean satisfechas.
Aunque hasta el momento la mayor parte de sus reclamos se han originado en problemas dejados por el gobierno estatal anterior o que tienen su solución en instancias federales, los docentes no se han tentado el corazón para cerrar transitadas calles a fin de presionar a la autoridad, aunque en medio queden ciudadanos inocentes.
Hombres y mujeres que deben llegar a su trabajo o centro de estudio o a su hogar simplemente quedan atrapados por una protesta de la que muchas veces ni idea tienen.
Los formadores de las nuevas generaciones otra vez han vuelto a mostrar que prefieren el camino fácil de la afectación a terceros antes que oros instrumentos de negociación, quizá por falta de otros argumentos..