Los apagones causados por la suspensión del suministro de gas natural a las plantas termoeléctricas del norte de México han venido a sumarse a las calamidades que ya sufre la economía local.
Sin embargo, son una realidad que no se puede ignorar ni subestimarse.
De acuerdo a los reportes técnicos, la decisión norteamericana de cortar el suministro de combustible está basada en la ola de frío que se padece en el país vecino y no hay fecha exacta para volver a la normalidad.
Los apagones continuarán mientras las plantas de generación de los estados norteños no se reactiven, por lo que se debe actuar en consecuencia y prever lo necesario para que la vida continúe. Eso aumentará los costos de operación de empresas manufactures y en general de toda clase de negocios, por lo que se requiere aún más establecer las condiciones para reactivar la economía. Todo lo anterior solo significa que debemos esmerarnos en evitar los contagios por covid 19 para que no retrocedamos más en el semáforo sanitario sino al contrario, avancemos a amarillo y si fuera posible a verde.
Es la única manera de minimizar los daños causados por tantos contratiempos.