Los productores morelenses de cebolla y de tomate, principalmente, se han topado con la terrible sorpresa del desplome de los precios de su producto, que cayeron tanto que hicieron inviable incluso la cosecha.
No se ha analizado la causa sobre la situación de los precios, generalmente originada en dos factores: la sobreproducción o la especulación de los intermediarios.
Desafortunadamente la crisis citada contribuye a empobrecer más a un sector ya golpeado, cuya situación se agravó por la pandemia y que en la inversión del cultivo es probable que hayan gastado sus reservas monetarias.
Por lo anterior, es obvio que se requiere de un rescate, un asunto complicado cuando las finanzas públicas se han agotado por la parálisis que provocó el coronavirus.
Probablemente el daño económico está muy focalizado, pero aún así no se trata de cifras, si no de personas, de familias enteras que apostaron su futuro a corto plazo a una cosecha que se perdió.