Las autoridades de salud han confirmado lo que toda la sociedad consciente de lo que vivimos había dicho: el exceso de movilidad en el asueto de semana santa solo provocaría más contagios de covid 19.
Ahora solo queda confiar que este viernes se confirme que mantenemos el semáforo amarillo -mejorarlo y llegar verde es un buen deseo que frustrará seguramente la gente irresponsable- para que las actividades económicas no resientan más el confinamiento, pero en quince días podremos medir las secuelas de los excesos de los últimos días.
Confiemos en que la vacunación ayude a frenar los desenlaces fatales entre los grupos más sensibles y que de esa manera no haya retrocesos drásticos, pero una vez más se demostró que -ahora que tanto se requiere- el civismo y la empatía están ausentes de un importante sector de nuestra población.