El cambio del semáforo epidemiológico a verde en las condiciones de contagio que aún imperan constituye todo un reto para las instituciones, por lo que suena acertada la decisión de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos de evitar las clases presenciales, por lo menos hasta el final del semestre, a fin de reducir los riesgos innecesarios.
La enfermedad sigue presente y un porcentaje indeterminado de la población en riesgo carece de la vacuna que puede salvarle la vida.
Aunque por lo general los jóvenes son inmunes o tienen poco riesgo ante la enfermedad, un regreso inmediato a las aulas puede propiciar contagios que se reflejen trágicamente en los hogares.
Ninguna medida preventiva sobra y menos cuando se enfoca a salvar vidas.