Por un reclamo particular, parcial y egoísta, un grupo social bloqueó varias horas el bulevard Cuauhnáhuac, una de las más importantes vías de comunicación de la entidad, porque no solo une Cuernavaca con el poblado municipio de Jiutepec, sino que es paso obligado hacia la región oriente.
La defensa de los intereses de la esposa de quien realmente dirige ese grupo y no algún reclamo social fue la causa de que cientos de miles de personas vieran su día echado a perder, atrapados en el tráfico o imposibilitados de llegar a su destino.
Aunque ya había dado señales de que sus casi siempre radicales protestas tenían un interés mezquino, ayer quedó de manifiesto tal escenario.
Será difícil que a partir de ahora el grupo involucrado pueda justificar el resto de sus manifestaciones, pues se han exhibido como lo que su líder los ha hecho. Y eso no tiene nada de social ni mucho menos de revolucionario.