El rezago en la aprobación de diversos nombramientos que son potestad del Congreso local ha hecho que ahora se enfrente una nueva realidad política que puede contaminar la decisión, porque hablamos de que quienes obtengan los cargos vacantes ejercerán una notable influencia en la vida de Morelos por un largo periodo de tiempo, al menos seis años.
Ese carácter transexenal hace que las decisiones deban tomarse de forma meditada y queda la duda de si será adecuado que la actual legislatura, con apenas tres semanas para que concluya su último periodo ordinario de sesiones, está en condiciones de asumir esa responsabilidad.
Se trata de un asunto que en su totalidad es demasiado grave y trascendente, por lo que los legisladores deben aquilatar el peso de la responsabilidad que asumirán y considerar su legado a la sociedad morelense.