Desde hace tiempo es muy evidente la forma en que ha evolucionado la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM) a partir de sus orígenes.
Ahora incluso esa organización anunció la instalación de “observatorios de violencia de género” en las unidades académicas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos desde los que se ofrece a los alumnos de la máxima casa de estudios la posibilidad de denunciar acoso y violencia en las instalaciones de la institución.
Lo anterior es notable porque durante varias décadas la FEUM era la principal generadora de violencia dentro de la universidad. Y cuando se hablaba de violencia, era en serio.
Hoy, por fortuna, la representación estudiantil tiene otros objetivos y otras formas de operar. La comunidad de la que forma parte y la normatividad que la rige terminó por forzar desde hace tiempo nuevas y mejores formas de convivencia.