El reporte de la Asociación de Hoteles del Estado de Morelos llena de optimismo al empresariado: los niveles de ocupación han rebasado las expectativas y se vislumbra llegar a los índices de antes de la pandemia. Aunque la propagación de la enfermedad no se ha frenado, la disminución de contagios permitió una reapertura de las actividades económicas que se ha reflejado en creación de empleos y en recuperación de la derrama económica.
La calidad de vida de cientos de miles de personas ha sido terriblemente afectada por la contingencia sanitaria, por lo que cualquier buena noticia es alentadora, porque tarde o temprano se reflejará en los bolsillos de las familias.
Sin embargo, para que ese efecto perdure se requiere asumir plenamente las medidas de salud conocidas por todos: el uso del cubrebocas, el lavado constante de manos y el cumplimiento de la llamada sana distancia.
Si alguien falla, la ola de contagios volverá a crecer desordenadamente, lo que obligará a volver, así sea parcialmente, al confinamiento.