Definitivamente las cosas han marchado bien en cuanto al combate a la pandemia, al grado de que es posible que el próximo viernes se anuncie que regresamos al semáforo verde, sin que eso signifique, ni de cerca, el fin de la pandemia, por supuesto.
Los funcionarios responsables del área atribuyen a la vacunación los buenos resultados en la reducción del número de enfermos de covid y ofrecen el ejemplo de que un elevadísimo porcentaje de las mujeres que terminaron hospitalizadas por el coronavirus carecía de las vacunas.
Más claro no puede ser el mensaje: la vacuna -está más que probado- es con claridad la diferencia entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad y entre la vida activa o el confinamiento del que todos queremos escapar.