El Consejo General del INE finalmente terminó por separar a tres consejeros del Impepac y exhibió en su dictamen las malas prácticas del órgano electoral local en una época que ojalá nunca se repita.
La división que imperó entre los consejeros por la partidizacion de varios de ellos dañó la vida pública de Morelos, ya que pusieron por encima de todo sus intereses personales, tal y como lamentablemente ocurre hoy en el Congreso local, por citar un ejemplo obvio
Las aguas se calmaron cuando la entonces presidenta fue destituida, como pasó ayer con los que fueron sus antagonistas.
Hoy el órgano electoral local tiene otra dinámica y el orden prevalece, aunque la entidad queda exhibida. Esperemos que lo que pasó sirva de precedente para que otras instituciones atrapadas entre intereses recompongan su vida interna.