Finalmente se ha encontrado lo que parece ser una solución más duradera al problema del pago de la energía eléctrica consumida por el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) para dotar de líquido al municipio.
El monto de la llamada deuda histórica es apabullante y en su momento deberá buscarse una solución, pero ha quedado cubierto lo referente al consumo cotidiano y con eso puede evitarse la repetición de los cortes salvajes de fluido eléctrico en detrimento no del organismo operador del agua potable sino de la ciudadanía.
La actividad productiva de todo el estado se ha visto afectada, no solo por la restricción del líquido, sino por los cierres que el descontento social provocó.
Es necesario que el problema sea visto desde la óptica correcta y no solo desde un punto de vista mercantil, porque las personas que se quedan sin agua potable no son mercancía ni objetos, aunque parece que así son contabilizados a la hora de cortar la electricidad.