El grupo que controla el Congreso del estado gracias al voto pasivo e interesado de quienes se han dejado manipular a cambio de cosas que se ignoran ha mostrado más de una vez el ánimo su confrontación, pero desafortunadamente no entre individuos, sino entre grupos sociales y autoridades, lo que repercutirá de manera directa entre toda la población.
Ahora que los mecanismos para redistribuir el presupuesto 2023 están en sus manos y que intencionalmente se omitió dar dinero a importantes rubros de gasto, quedan a la vista las intenciones de los legisladores que forman el llamado G-15.
Es obvio que la redistribución presupuestal para atender asuntos como los compromisos laborales se retrasará lo suficiente como para generar protestas, por lo que es bueno que la sociedad sepa desde ahora la causa.