Ya son decenas de años los que periódicamente el volcán Popocatépetl pone en alerta a toda la población por el aumento de su actividad.
Tener a unos cuantos kilómetros a un volcán activo no es una experiencia común, pero desde que esto ocurre nos hemos acostumbrado y eso hace que a veces se soslayen las medidas preventivas.
Sin embargo, los elevados riesgos a la salud que puede acarrear respirar cenizas volcánicas nos debe mantener alertas y con las rutas de evacuación en las mejores condiciones posibles, para evitar males mayores.
Siglos de convivencia con el Popocatépetl no deben significar exceso de confianza.
Las señales y medidas dadas a conocer por las autoridades deben respetarse.