Como se había señalado hace no mucho en este espacio, la prepotencia con la que se han conducido los integrantes del llamado G-15 comienza a tropezar con la realidad de la independencia y efectividad del Poder Judicial federal.
Ahora los ministros de la Corte han desechado una solicitud de controversia constitucional iniciada solo porque el Poder legislativo recibió un fallo en contra del Tribunal Electoral el Estado de Morelos, algo que se les hace saber y que agrava la determinación judicial.
Aunque las consecuencias parecen no ser importantes, en realidad la acumulación de fallos adversos muestra con claridad que los caminos comienzan a cerrarse a los diputados que controlan para mal el Congreso de Morelos.
Poco a poco quedarán acorralados por sus propias acciones, quizá por eso tratan de apresurarse para cometer sus fechorías desde la institucionalidad antes de que se vean obligados a dar cuentas ante la justicia federal por sus continuos desacatos.