Desde hace demasiado años se demostró que el consumo de tabaco en todas sus presentaciones es nocivo para la salud y por eso se han emprendido innumerables iniciativas para, primero, mantener a salvo a las personas vulnerables y luego para prohibir la práctica de fumar en todos los espacios públicos.
El costo sanitario provocado por el consumo de cigarros es enorme y suena muy egoísta que con el pretexto de tener más clientela algunas organizaciones patronales nacionales abiertamente mientan para tratar de ofrecer como gancho a sus clientes algo que está prohibido.
Esperemos que en Morelos nadie caiga en el engaño y la norma difícilmente lograda se siga respetando, por la salud de todos.