La economía, pero también la salud, la educación y la política son las áreas que más exigirán a las autoridades en lo que resta del año.
Las condiciones en esas áreas viven siempre en un precario equilibrio pero requieren de un buen cierre para evitar mayores lastres en el 2024.
La política implica más cosas que la euforia de los partidos políticos ante el reparto de candidaturas con su respectivo presupuesto.
Y de la política deriva mucho del equilibro que el resto de los sectores requiere para su buen funcionamiento.
Confiemos en que ese equilibrio exista y se fortalezca y de esa forma se minimizan las fuentes de confrontación.