El bloqueo de la autopista Siglo XXI en su tramo por Morelos es un gran problema de imagen, porque se ha convertido en una ruta transitada no solo por automovilistas, sino también por empresas de autobuses y de carga que se dirigen hacia y desde el puerto de Acapulco.
Además, el cierre que realizan los ejidatarios obliga a los vehículos a buscar rutas alternas, que no son más que carreteras secundarias que sufren graves daños por el sobrepeso que deben soportar.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes evade dar solución al reclamo de pago de las tierras que se vendieron en una operación ventajosa en otros gobiernos, pero el problema es real para los morelenses, no solo los que buscan cobrar la indemnización sino todo en general, que ven como la imagen de la entidad no es la ideal para quienes no pueden llegar a su destino por la ruta más directa, que además es muy cara.